Cuentecillos tradicionales que explican el origen y/o el significado de los refranes.
Habiendo un hombre hecho delitos, por los cuales, preso, fue condenado a ahorcar; y, sacándolo por las calles acostumbradas, iba su mujer llorando muy al lado, y de la otra parte el cura. El triste deteníase, encomendando a su mujer lo que había y lo que no había, haciendo mil paradillas y hablando en secreto. El cura (según algunos levantan) tenía requiebros con la mujer, hacíale del ojo. Y ella, que no era necia, viendo la tardanza que su marido hacía, creyendo que se podría escapar, todas las veces que su marido le hablaba largo, decíale ella muy piadosamente:
-Andando y hablando, marido, a la horca.
Juan de Mal Lara
Filosofía vulgar, 1568
REFRÁN ASOCIADO:
Andando y hablando, a la horca |