A N I N en el FEST 2011 TOLEDO
per Patricia McGill
El martes 7 de junio llegué a las 14:00 a Toledo, todavía con millones de dudas sobre los objetivos y la razón de ser del FEST. Iba en representación de ANIN (Associació de Narradores i Narradors). En la estación me esperaba Patricia Picazo, amiga, colega, compañera de fatigas y alegrías, y representante de NANO (Narradores amb Narradors Organitzats). Comimos juntas comentando el programa del Encuentro, que habíamos recibido con muy poca antelación, y los estatutos que debían debatirse. Luego, bajo la lluvia torrencial, un taxi nos llevó al Castillo de San Servando, el albergue donde se llevaría a cabo el Encuentro durante cuatro días.
Algunos representantes de AEDA (Asociación de Profesionales de la Narración Oral en España), responsables de la organización, nos dieron la bienvenida y nos entregaron carpetas, tarjetas y chips que contenían el programa, los estatutos y los datos de los 53 participantes. Nos instalamos en nuestras habitaciones, y a las 17:00 nos encontramos en la sala de reuniones. Pegamos nuestras fotos en el lugar que nos correspondía del mapa de Europa y, en una pared, el póster de la asociación o festival al que pertenecíamos. Dejé las revistas y todos los papeles informativos que llevaba de Cataluña en la mesa junto a los demás, y a las 18:00 Charo Pita, Virginia Imaz y Ana Herreros, de AEDA, inauguraron oficialmente el Evento.
Abbi Patrix, de La Maison du Conte, expuso brevemente la historia del FEST que nos ha llevado hasta el cuarto encuentro en Toledo 2011. Luego les tocó el turno a los «FEST babies/offsprings», con dos nuevos proyectos: el FIST (Federation for Italian Storytelling, de Raccontamiunastoria), italiano, presentado por Giovanna Cavasola y Davide Bardi, y el Holnemevolt, festival húngaro, presentado por Csenge Zalka. Finalmente, el Steering Group (steer = estar al timón, gobernar, dirigir) del FEST, representado por Peter Chand (Inglaterra), Theresa Amoon (Francia), Torgrim Mellum Stene (Noruega) y Pep Bruno (España), nos habló del trabajo, las dificultades y los logros de este año: las bajas de algunos de sus miembros, los 10 meses de trabajo de preparación del Encuentro, la solicitud de fondos europeos para la Federación, y algunas reflexiones sobre el propio FEST (europeo vs internacional, estructura para asegurar el crecimiento, espacio abierto donde puedan gestarse ideas y propuestas). Después de una tarde intensa, nos fuimos a cenar y la organización nos obsequió con una visita guiada por Toledo, que acabó de charla en charla, de bar en bar, y, por último, de sueño en sueño.
El miércoles 8, el trabajo empezó entre tostadas y cafés: nos presentábamos una y otra vez… hasta llegar a los casi 50 que no conocíamos. Esa fue mi manera de darme a conocer a mí misma y a ANIN. No hubo ponencia sobre la asociación en ningún momento, no hubo oportunidad, pero sí pude hablar muchísimo de nosotros y de aquellos papelitos que había puesto sobre la mesa (y que, debo decir, el último día casi habían desaparecido). A las 9:45 empezó la reunión del Consejo. Lo primero fue planificar los tres días de reuniones matinales. Inmediatamente empezaron a debatirse los temas previstos en el orden del día: estudiar el logo presentado por la delegación griega, considerar la propuesta de convertir al FEST en una AISBL (asociación internacional sin ánimo de lucro) y discutir los estatutos elaborados por el Steering Group. A las 12:15 empezaban los paneles de discusión: «Experiencias multilingües», «Joven narración europea» y «Organizaciones paraguas». Asistí a la primera, donde estaban Joxemari Carrere (País Vasco), Peter Chand (Inglaterra), Birgit Lehner (Austria) y Torgrim Stene (Noruega).
Algunas de las ideas que surgieron fueron las siguientes: las lenguas como territorios y los hablantes como fronteras; el uso de distintas lenguas en un mismo cuento; la función del ritmo y el tono, la comprensión y la comunicación; cuentos de diferentes procedencias como método para afianzar identidades también diversas; la narración como herramienta; la narración como arte; las imposiciones físicas de una lengua; la experiencia multilingüe como vía artística y no como herramienta. Después de la hora de comer, llegó el espacio de creación para aquellos narradores que quisieron apuntarse.
A partir de las 18:15, nuevos paneles de discusión: «Experiencias multilingües», «Proyectos de narración compartidos» y «Desarrollo y acumulación del repertorio de un narrador». Tuve que escoger la tercera opción porque formaba parte del panel que compartía con Brendan Nolan (Irlanda), Tone Bolstad Flode (Noruega) y Abbi Patrix (Francia). Todos basamos nuestras charlas en experiencias personales más o menos extensas. Debo aclarar que la mía era, de todos, la menos extensa: ¡diez años no son nada en esto del contar!, ¡qué juventud! Y os prometo que, visto lo visto, no hay que temerle a la vejez; es admirable. La épica como una dimensión diferente de la narración, las historias y los motivos que viajan, los cuentos como lugar seguro al que volver. Yo opté por sacar mis zapatos rojos de charol. Y, es que, al igual que me pasa con las historias, no hay nada tan cómodo como llevar zapatos viejos y nada tan reconfortante como comprarse unos nuevos.
El jueves 9 empezó a notarse la falta de sueño, pero aún así el desayuno fue animado. A las 9:45 comenzó la reunión del Consejo. Gracias a Donald Smith, que recogía las conclusiones con una claridad excepcional, adelantamos a buen paso. Comparamos la propuesta de estatutos con las propuestas hechas en la reunión del miércoles. Se añadieron algunos temas a debatir. Todos los cambios surgidos a raíz de los acuerdos, quedaron reflejados en el documento redactado por el propio Steering Group durante esta reunión (Estatutos).
A las 11:45 paramos para descansar y, al cabo de media hora, dieron comienzo los mismos paneles de discusión que el día anterior para facilitar la rotación de la gente. Por la tarde, me volví a perder el espacio creativo y me apunté al café en el bar. Después se repitieron los paneles de la tarde del miércoles. Volví al mío, claro, el de repertorio. El desafío era improvisar una nueva charla, como un nuevo cuento, porque muchos de los asistentes decidieron repetir (por solidaridad o por interés). Brendan habló de los cuentos que viajan, de los motivos, de cómo las personas que escuchan se reconocen en las historias. Acabó dando algunas razones para contar: por diversión, para comunicar, para encontrarle un sentido al mundo, para desarrollar la propia imaginación, para transmitir la tradición oral, por motivos de creencias religiosas u otras… Nos contó su experiencia periódica en la radio, inventando historias para «el íntimo extraño». Tone contó su recorrido personal por tipos diferentes de repertorio: cuento tradicional noruego, cuento tradicional africano, historias de la biblia, historias vikingas, pequeñas leyendas locales… Y habló también de la necesidad de sentirse a salvo con las historias. Abbi habló de su propio recorrido, de su trabajo en grupo y de su amor por la épica. Su madre contaba historias tradicionales noruegas, su padre la admiraba y cuando ella no estaba inventaba grandes mentiras, y su abuelo tenía una historia verdadera y conmovedora sobre cómo había escapado de la guerra. Introdujo la épica como una nueva dimensión de la narración, y nos empezó a contar detalles de su investigación sobre la historia épica del Rey Mono, de la China, y los narradores ligados a esa historia. Después de la cena nos fuimos al teatro a ver los resultados del espacio creativo de nuestros compañeros de viaje. Fue excepcional. Quizás lo sorprendente fue ver a personas acostumbradas a trabajar en solitario entregarse a una creación colectiva y multilingüe utilizando técnicas diversas y, aún más sorprendente, constatar lo bien que funcionaba. Me atrevería a decir que el Teatro de Rojas puso su parte de magia, pues, inaugurado en 1878 en el mismo lugar en que durante los siglos XV y XVI representaban sus funciones titiriteros y volatineros, es una auténtica preciosidad.
El viernes 10 la gente llegó más tarde al desayuno, el comedor parecía un poco más silencioso. Era el último día del encuentro. La reunión del consejo empezó a las 10:00. Se propusieron soluciones para asuntos financieros, para facilitar el trabajo de grupos de interés entre las conferencias anuales, para establecer contacto permanente entre los miembros… Guy Tilkin presentó su propuesta para el FEST 2012, que se celebrará entre el 4 y el 7 de julio en Alden-Biesen. Para el FEST 2013 se presentaron dos magníficas candidaturas: Holanda e Italia. Tras la votación, se decidió que el FEST se iría a Italia, cerca de Roma, en el mes de junio. Para el FEST 2014, en cambio, se escogió una ciudad norteña: Umeå, Suecia, que ese mismo año será Capital Cultural Europea. El año que viene se presentarán y votarán las candidaturas para el FEST 2015. También se votó el nuevo comité ejecutivo: Guy Tilkin (Bélgica), Theresa Amoon (Francia), Charo Pita (España), Paola Balbi (Italia), Rose Marie Lindfors (Suecia). En este punto, los representantes de las asociaciones españolas que estábamos presentes, estuvimos de acuerdo en apoyar la candidatura de Charo Pita. Se dio paso a los Observadores Internacionales. Hasta ese momento no había entendido muy bien qué papel cumplía esa figura dentro del encuentro. Lo único que sabía era que, mientras nosotros manteníamos las reuniones del consejo, ellos hacían reuniones paralelas. El primero de sus planteamientos fue que al principio ellos tampoco sabían qué debían hacer, hasta que finalmente decidieron «observar» y confeccionar una lista de sugerencias para el FEST 2012 y para el futuro:
• Si bien es cierto que necesitamos un idioma oficial para comunicarnos y hemos escogido el inglés por razones prácticas, debemos simplificarlo.
• Para futuros encuentros sería conveniente dar un tema a tratar a los observadores internacionales.
• Dedicar más tiempo a talleres, a jugar, a investigar.
• Optimizar la comunicación entre los miembros del FEST para la mejor definición de su identidad mediante website, newsletter…
• Integrar más a los observadores internacionales en los debates.
Lo habíamos logrado, habíamos llegado casi al final con unos estatutos pendientes únicamente de revisión legal, que cambian la estructura del FEST (miembros – comité ejecutivo); unos grupos de trabajo en marcha (Financiación, Comunicación, Logo…); los lugares de reunión definidos para los próximos tres años (Bélgica, Italia, Suecia). Algunos habían marchado ya al aeropuerto cuando terminó la reunión y nos fuimos a comer. Pero muchos de nosotros esperamos a las cinco de la tarde para irnos a Guadalajara. Y, sí, eran las cinco en punto de la tarde y el FEST 2011 había terminado.
Revista n 7. segona època. Es cou per allà. 2011. p.28
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