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Cuentos en el hospital por Martha Escudero

cuentos en el hospital

por Martha Escudero

Visitar la quinta planta del Hospital de la Vall d’Hebrón de Barcelona es duro. Primero, porque los pacientes son niños y segundo, porque están enfermos de cáncer. Y es así. Esta terrible enfermedad no tiene miramiento. Los equipos médicos y los avances tecnológicos se aprestan para librar junto con ellos la gran batalla. Medicación, vigilancia, tratamientos agresivos, operaciones, se hace todo lo médica y científicamente posible. Pero algo más se necesita, algo, llamémosle humano, que alimente la fortaleza interior y las ganas de seguir adelante, tanto de los niños como de sus familias./

Hace poco más de un año, la asociación AFANOC (Asociación de familiares y amigos de niños oncológicos de Cataluña) se puso en contacto con nosotros:/

–Queremos cuentos/

–¿Cuentos? ¿Qué puede un cuento en tan difícil situación?/

–Desentrañemos el misterio./

Por un lado tenemos el cuento en sí, la historia: los personajes, los hechizos y encantamientos, las espadas de virtud y los anillos mágicos, los retos y aventuras, las tretas y los engaños y finalmente, la boda suntuosa o la suerte reencontrada. Todos estos elementos conforman la estructura del cuento y es esta estructuración la que facilita la comprensión y favorece el pensamiento divergente conformando los instrumentos básicos para el conocimiento y el dominio de la realidad. /

Además, el cuento es un concentrado de experiencias y conocimientos y está cargado de simbolismos que se dirigen simultáneamente a todas las edades. Es en esos mensajes ocultos que se pueden captar de forma inconsciente, donde los cuentos nos hablan, por ejemplo, de que las dificultades más graves forman parte inherente de la existencia humana y de que se pueden enfrentar e incluso, superar. Por otro lado tenemos el momento mágico de narrar el cuento en el que las palabras van construyendo un sólido puente por el que podemos transitar de ida y vuelta y que nos lleva juntos, al que narra y al que escucha, a recorrer mundos de belleza indescriptible o aterradores parajes, universos mágicos o tierras imposiblemente lejanas. Este maravilloso viaje a través de la palabra nos lleva a tejer redes entre el entorno y nuestra propia experiencia siendo, además, un inmejorable instrumento de comunicación./

Estas eran nuestras herramientas y pusimos manos a la obra. El objetivo inicial fue el de motivar a los padres para que contaran o leyeran cuentos a sus hijos movidos por la idea de que a través del cuento podrían establecer una relación de comunicación diferente a la de sufrir cada uno su parte mirando en silencio la televisión en una sala aislada y esterilizada, esperando un transplante de médula. Fue así como nació el taller de cuentos, que tendría una duración limitada./

No estamos seguros de que se pueda enseñar a contar cuentos, pero sí de que se puede aprender, todo está en comenzar movido por una necesidad interior de compartir con otro el mar de sensaciones que los cuentos nos provocan. Así, nuestra metodología consistió en ir creando esa necesidad de compartir a través de los cuentos mismos, por lo que, en las sesiones del taller, contábamos cuentos a los padres. Nos reuníamos en la sala de juegos para los niños internos que la AFANOC tiene en la misma planta del hospital. Pero sucedió que en esas sesiones dirigidas a los padres, contábamos a veces, con la presencia de algunos niños. El narrador debe estar muy atento a lo que sucede a su alrededor, fue así como nos dimos cuenta que esos viajes de la imaginación a través de la palabra los teníamos que emprender todos juntos. /

Actualmente, una vez por semana, padres, familiares, amigos, voluntarios de AFANOC, niños, niñas y narradores de la ANIN, desde la quinta planta del hospital, emprendemos el viaje, juntos. /

Martha Escudero

Revista N. Núm.1. Primera etapa. Correu, obriu el correu. Any 2000. pp. 18