Cuentecillos tradicionales que explican el origen y/o el significado de los refranes.
Escondió un ciego cierta cantidad de dineros al pie de un árbol en un campo, el cual era de un labrador riquísimo. Un día, yendo a visitarlos, hallólos menos; imaginando que el labrador los hubiese tomado, fuese a él mesmo, y díjole:
-Señor, como me parecéis hombre de bien, querría que me diésedes un consejo, y es que yo tengo cierta cantidad de dinero escondida en un lugar bien seguro, agora tengo otra tanta, no sé si lo esonda donde tengo los otros, o en otra parte.
Respondió el labrador:
-En verdad que yo no mudaría lugar, si tan seguro es ese como vos decís.
-Así lo pienso de hacer, dijo el ciego. Y despedidos, el labrador prestamente tornó la cantidad que le había tomado en el mesmo lugar, por coger los otros. Vueltos, el ciego cogió sus dineros que ya perdidos tenía, muy alegra, diciendo:
-Nunca más perro al molino.
De aquesta manera quedó escarmentado.
Juan de Timoneda
Sobremesa y alivio de caminantes, 1563
REFRÁN ASOCIADO:
Nunca más perro al molino
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