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Sobre los días del encuentro de narradores orales en La Maison du Conte en septiembre de 2001 por Ana Gª-Castellano (Madrid, España)

Sobre los días del encuentro de narradores orales en La Maison du Conte en septiembre de 2001

por Ana Gª-Castellano (Madrid, España)

Este año que termina, han tenido lugar los Encuentros Europeos de Narradores, un proyecto que nació por iniciativa del Seminario de Literatura Infantil y Juvenil de Guadalajara. Muchos de vosotros conocéis este Seminario, pues es el “culpable” del Maratón de Cuentacuentos de esa misma ciudad.

Estos encuentros han tenido tres fases, en las que narradores de toda Europa se han dado cita en tres puntos europeos de gran intensidad “cuentera”: Beja, en Portugal, Guadalajara, en España, y por último, La Maison du Conte, en Chavilly-Larue, cerca de París, Francia.

Se pretendía en estos encuentros reunir a narradores profesionales venidos de todos los puntos de Europa, para dar a conocer la realidad de la narración en cada uno de los países representados. Cada encuentro ha tenido su propia personalidad y dinámica.

En el encuentro de Beja, en Mayo, los narradores hemos tenido la suerte de poder tomar un primer contacto: escucharnos y vernos contar, conocernos, y cambiar impresiones durante los ratos de descanso o en las comidas, momentos éstos que en Portugal nos eran propiciatoriamente largos. El público portugués se sintió muy cercano, asistiendo a las contadas que se localizaron, tanto en el gran auditorio habilitado en la carpa, como en la “Torre de Babel”, pequeño aposento situado en la torre del castillo de Beja.

Guadalajara atrajo en Junio a los narradores (algunos repetían, otros se renovaban), al auditorio del Campus Universitario de Guadalajara, donde se realizaron varias mesas redondas, en las que los narradores exponían la situación de la Narración en su país correspondiente. Tres fueron las mesas redondas, representativas de las tres grandes zonas europeas: Norte de Europa( (Dinamarca, Suecia, Finlandia, Irlanda y Reino Unido), Centro de Europa (Alemania, Austria, Bélgica, Holanda y Luxemburgo) y Sur de Europa (España, Francia, Grecia, Italia y Portugal) Estas sesiones fueron jalonadas por conferencias de grandes investigadores o expertos en el campo de la narración oral, en todos sus aspectos: José Manuel de Prada Samper, Antonio Ortí, José Antonio Portillo, John Niles, Juan Mata y Andra Villarubia ofrecieron sus visiones de la narración, la recopilación o los medios de apoyo, en el foro del auditorio del Campus Universitario de Guadalajara, cuya convocatoria estaba abierta a todo el público que deseara inscribirse. Las sesiones de narración, también para todo el público, tuvieron lugar, al hilo del Maratón, en el Palacio del Infantado y en el Teatro Moderno de Guadalajara.

Por último, el encuentro en París, en la Maison du Conte de Chevilly-Larue, que se celebró en Septiembre, tuvo un marcado carácter de “puertas cerradas”, o, si se quiere “semicerradas”. Quiero decir con ello, que este encuentro, era un foro de, discusión, comunicación e intercambio de experiencias y técnicas de los narradores allí convocados.

Se trataron temas como el repertorio, la traducción, los talleres de formación; cada mesa de discusión era seguida de grupos de trabajo que ponían en práctica los temas abordados por la mañana. Los resultados eran ofrecidos en sesiones nocturnas, a las que era invitado un público no mayor de veinte personas, ligadas todas ellas, de uno u otro modo, a la Maison du Conte.

Tras las jornadas, hubo una sesión abierta al público en el teatro del Centro Cultural Municipal de Chevilly-Larue.

Una vez finalizado el encuentro, nos pidieron una opinión del trabajo realizado, y es lo que brevemente paso a explicar:

Expresar lo que el Encuentro Europeo de Septiembre/2001 en la Maison du Conte ha significado en mi trayectoria de narradora, resulta un tanto difícil, por lo intenso y por la variedad de información y sensaciones que en ella se han dado.

En primer lugar, ha supuesto el acercamiento de muchos contadores y contadoras que, si bien ya nos habíamos visto contar en Beja y Guadalajara, no habíamos tenido oportunidad de reunirnos y tratar temas que a todos nos interesan. Ha sido interesante ver cómo narradores venidos de puntos tan diferentes, han desarrollado una concepción de la narración muy próxima a la mía, sin haber tenido contactos anteriores a estos encuentros.

Ha sido sorprendente ver cómo la idea de transmitir la historia, de expresarla a través del cuerpo, la voz y la mirada, dejando que la historia viva a en ellos, era un concepto común a todos los “enamorados de los cuentos” allí reunidos. Todos ellos venidos de muy lejos, y, sin embargo, con ese mismo concepto de narrar (si bien los estilos pueden ser diferentes)

En segundo lugar, ha sido muy positivo el poder tener la oportunidad de compartir mi trabajo con los compañeros de otras nacionalidades. La peculiaridad del encuentro de Chevilly-Larue, ha consistido en el trabajo colectivo desarrollado. Se trataba de un encuentro con, de y para cuentistas. Perfecto colofón a las anteriores etapas de Beja y Guadalajara. En Cavilly-Larue hemos podido poner en común nuestros conceptos y nuestras preocupaciones, hemos podido trabajar juntos, con nuestros propios instrumentos y capacidades.

En este sentido, me han resultado muy satisfactorios los trabajos sobre la narración en diferentes lenguas, que nos han puesto sobre la pista de las barreras a salvar, cuando se trata de verter una historia a otra lengua diferente. ¡Y cuando hay que ponerse de acuerdo sobre la forma de hacerlo! Pero, por otro lado, nos ha acercado a la riqueza que supone poder narrar una misma historia desde lenguas y culturas diversas… Al final, la historia se nos revelaba la misma; los lenguajes, el camino para converger en ella.

Como pieza imprescindible en este mosaico, apareció el tema de las diferentes versiones de una misma historia, o de un mismo tema, tratado en los diversos países de los que procedíamos. Una nueva fuente de sorpresas, de encantamientos y de investigación surgió entonces. Pienso que supondría un interesante proyecto, nacido de este encuentro, el de recoger en los distintos idiomas, las distintas versiones contadas en Chavilly-Larue.

Por último, propondría que esta serie de encuentros, no deberían terminar con este último realizado en Chevilly-Larue, muy al contrario, creo que deberían continuarse para hacer de ellos una plataforma de trabajo continuado. De esta forma, se podrían hacer propuestas de nuevos trabajos en grupo, y de ponencias sobre otros temas de interés.

Quiero agradecer desde estas líneas a todo el grupo de organizadores, tanto de Beja, Guadalajara y la Maison du Conte de Chavilly-Larue, que han aunado sus esfuerzos para hacer posible esta serie de encuentros, donde hemos podido comprobar que LOS CUENTOS SON UN MEDIO PARA UNIR CULTURAS, PUES TODOS LOS CUENTOS HABLAN LA MISMA LENGUA.

Ana Gª-Castellano (Madrid, España)

Revista N. Núm. 3. Primera època. Les mil i una. Notícies d’esdeveniments al voltant de la narració. Any 2001, pp. 12-13.